martes, 29 de mayo de 2012

100 consejos para simplificar tu vida


Desde hace unos años la creencia “correcta” es que se debe tener cada vez un coche más grande, una casa mayor y las mejores vacaciones son las que nos llevan al lugar más alejado de nuestro hogar. Generalmente estamos inmersos en una espiral por la que cada vez trabajamos más, para conseguir aquello para lo que no tenemos tiempo de disfrutar. 
Elaine St. James, en su libro Simplifica tu vida, nos enseña todo aquello que le fue útil para simplificar su vida. Ella y su marido consiguieron mejorar la calidad de sus vidas, alcanzando un estado de bienestar y disfrute que no habían experimentando desde hacia mucho tiempo. Los consejos que nos brindan, fruto de su experiencia, no son para leerlos miles de veces, sino que han de ser puestos en práctica. De lo contrario no nos sirven de nada. Hay que tener en cuenta que no todos los consejos son para todos. Cada uno de nosotros damos más o menos importancia a determinadas cosas o situaciones. Cada  consejo nos ha de hacer reflexionar y decidir si es importante para nosotros, y actuar en consecuencia. 
La lista de los 100 consejos que nos propone Elaine St. James en su libro Simplifica tu vida es la siguiente:
LA CASA
1. Reduzca el desorden en su vida: elimina todos los cacharros que abarrotan tu casa
2. Líbrese de los trastos: guarda lo que no necesitas en una caja y cuando pasen 2 años tira la caja (o regálala), si no te ha hecho falta lo que había en el interior, ya no te hará falta
3. Limpie su casa con el máximo de eficacia: técnicas para limpiar de una forma más rápida
4. Reduzca a la mitad el tiempo de hacer la compra: planifica con una lista de la compra
5. Compre en grandes cantidades: ahorro de tiempo, energía, material de embalaje y dinero
6. Plante un huerto: productos frescos de cosecha propia
7. Haga todos sus recados en un único sitio: planifica la ruta de la compra
8. Reduzca su colada a la mitad: ¿todo se tiene que lavar tan a menudo solo porque tenemos lavadora?
9. No compre ropa que necesite limpieza en seco: mejor lavar en casa que tener que hacer viajes a la tintorería
10. Deje los zapatos en la entrada: ayudará a mantener la casa limpia
11. Escoja alfombras con dibujos: las alfombras lisas y con tonos claros siempre se verán feas
12. Use bandejas para la comida: es más fácil limpiar una bandeja que hacerlo por toda la casa
13. Mantenga las plantas en el exterior: no llenes de plantas en interior de tu casa, o sino siempre estarás limpiando
14. Deshágase del césped: no te conviertas en un esclavo del césped
15. O, al menos, simplifique el mantenimiento del césped: puedes reducir la superficie, instalar riego automático,…
16. Los animales domésticos “simplificados”: un animal no es un juguete, ten en cuenta lo que conlleva su mantenimiento
17. El traslado simplificado: consejos para que tu mudanza sea menos engorrosa
18. El reciclaje simplificado: con un consumo responsable puedes reducir notablemente la cantidad de residuos
EL ESTILO DE VIDA
19. Trasládese a una casa más pequeña: menos mantenimiento, más sencillez
20. Conduzca un coche sencillo: utiliza un coche simple que justo cubra tus necesidades
21. Venda ese maldito barco: o aquello que prácticamente no utilizas y solo te da preocupaciones y gastos
22. Simplifique su vestuario: pocas prendas y combinables entre si, este es el secreto de un vestuario simple
23. Reduzca las salidas nocturnas: ahorra dinero y disfruta del día
24. Reconsidere las comidas con los amigos: no hay que montar comilonas continuamente
25. Apague el televisor: y lee un buen libro, conversa con los tuyos o sal a dar un paseo
26. Ponga fin al correo comercial: ¿te hace perder tiempo? ¿genera un montón de deshechos?
27. Cancele las suscripciones a revistas: es bueno ser muy selectivo en este tema, podemos acabar leyendo casi por obligación y no por placer
28. No compre el periódico: te ahorrarás muchas noticias deprimentes
29. Olvídese del sistema de llamada en espera: para no ir enlazando llamadas
30. No conteste al teléfono sólo porque esté sonando: drástico pero necesario para algunos momentos del día
31. Haga caso omiso del timbre de la puerta: acostumbra a los tuyos a que llamen por teléfono antes de venir a visitarte
32. Deshágase del teléfono del coche: ¿siempre es necesario el móvil?
33. Si no le gustan las fiestas, evítelas: no asistas a fiestas por compromiso
34. Deje de enviar felicitaciones de Navidad: siempre y cuando suponga un engorro para ti
35. Los regalos simplificados: no desperdiciemos tiempo y dinero en regalos nada útiles para la persona que los recibe
36. Los viajes simplificados: equipaje sencillo, viaje placentero
37. Tómese unas vacaciones en casa: disfruta de tu hogar
LAS FINANZAS
38. Salde sus deudas: pocas cosa agobian tanto como las deudas
40. Replantéese sus hábitos de compra: compra solo lo que te haga falta
41. Cambie su manera de ir de compras: sin dinero y sin Visa: la compra por impulso desaparecerá
42. Reduzca sus necesidades de bienes y servicios: ¿necesitas todos los bienes y servicios que actualmente dispones?
43. Mantenga una sola tarjeta de crédito: seguimiento simplificado de lo gastado con el dinero de plástico
44. Simplifique sus cuentas corrientes: muchas cuentas implican muchas contabilidades
46. Consolide sus inversiones: demasiados tipos de inversiones, complicación asegurada
47. Pague la hipoteca: esto si que es ganar en tranquilidad
48. Mejor un coche de segunda mano: comprar un coche de segunda mano puede ser la diferencia entre pedir un crédito o no pedirlo
49. Enseñe a sus hijos responsabilidad financiera: que sean conscientes del valor de las cosas
EL TRABAJO
50. No sea un esclavo de su agenda: para no pasarse el día corriendo sin llegar a ningún lugar
51. Trabaje donde viva o viva donde trabaja: ahorrarse día a día el tiempo de los desplazamientos
52. Haga lo que realmente quiere hacer: dedica gran parte de tu vida a lo que quieres
53. Convierta su afición en su trabajo: esto puede ser un gran paso hacia la felicidad completa
54. Trabaje menos y disfrute más: no vivas para trabajar
55. Ponga fin al trabajo no productivo: planifica tu trabajo para no dar vueltas que no llegan a ningún lugar
56. Incluya a su familia en su vida profesional: que sepan a que te dedicas
LA SALUD
57. Simplifique sus hábitos culinarios: platos menos laboriosos ayudan a horrar tiempo en la cocina y a simplificar las compras
58. Comparta siempre la comida del restaurante: y tendrás digestiones más ligeras
60. Elija beber agua: más sano y más sencillo
61. Coma una magdalena de harina integral: hecha en casa y huye de la bollería industrial
62. Prepare su propio almuerzo: si llevas al trabajo comida de casa, en lugar de ir al restaurante, controlarás mejor lo que comes
64. Levántese una hora antes: empieza el día sin agobios ni prisas
65. Acuéstese a las nueve una noche a la semana: una forma estupenda de reponer fuerzas
66. Tírelo todo menos las aspirinas: no te obsesiones por los síntomas de las enfermedades y ocúpate de sus causas
67. Cree sus propios rituales: haz cada día algo que sea agradable para ti
68. Aprenda a reír: tiene múltiples efectos beneficiosos
69. Aprenda yoga: consigue la serenidad que te falta
70. Aprenda a meditar: invierte en ti mismo
71. Modere la velocidad al límite establecido por la ley: aumenta tu seguridad y disfruta del viaje
LA VIDA PERSONAL
72. Relaciones más sanas: las relaciones personales no han de provocarte infelicidad
73. Sea usted mismo: afuera esa obsesión por el que dirán
74. Confíe en su intuición: esa voz interior que nos guía
75. Si no es fácil, no lo haga: si un proyecto no avanza no se trata de insistir e insistir sin límite
76. No intente cambiar a la gente: la gente cambia cuando llega su momento y está preparada para ello
77. Pase un día al mes en soledad: encuéntrate contigo mismo
78. Enseñe a sus hijos la alegría de la soledad: acabarán agradeciéndotelo
79. Haga un retiro una vez al año: desconecta del mundanal ruido
80. Escriba un diario: una gran herramienta para el desarrollo personal
81. Haga una sola cosa a la vez: es la forma más sencilla de hacerlo todo, o casi todo, bien
82. No haga nada: unos minutos al día para desconectar
83. Tómese tiempo para mirar la puesta de sol: pocas cosas hay tan bellas
84. Sencillamente, diga que no: gracias pero no deseo hacerlo
85. Si no puede decir que no, ofrezca excusas razonables: para que se pongan en tu lugar
87. Aprenda a reinterpretar el pasado: deja de dar vueltas a lo que ocurrió en el pasado
88. Cambie sus expectativas: y que sean razonables
89. Repase su vida con regularidad para mantenerla sencilla: si no vigilamos la complicación acecha
TEMAS ESPECIALES PARA MUJERES
91. Deshágase de los tacones altos: y gana en comodidad
94. Reduzca los accesorios: también estarás guapa con menos
SIMPLICIDAD PURA Y DURA
95. Mejor alquilar que tener: es una opción que proporciona más libertad
96. Deshágase de los coches: y de todos sus gastos e inconvenientes
97. Deshágase del teléfono: convierte tu hogar en un remanso de paz
98. Deje de hacer la cama: estamos aireando las sábanas
99. Deshágase de todo lo innecesario: si no lo utilizas regálalo
100. Confecciónese un vestuario muy sencillo: simplifica a diario

lunes, 28 de mayo de 2012

Cómo superar la adicción a la comida

Cómo superar la adicción a la comida
Todos tenemos esos momentos en que nos viene un apetito voraz que nos hace devorar 
cuanto dulce encontremos en la cocina. Sin embargo, hay personas que sufren de ataques 
de hambre recurrentes, pero no por amor a la comida sino para llenar un vacío emocional.
Ese problema se llama adicción a la comida. Quienes presentan este desorden alimenticio, 
se alimentan de manera compulsiva, y no precisamente de alimentos saludables, pues recurren 
a la comida chatarra, los dulces, las gaseosas, entre otros alimentos ricos en grasas y calorías. 
Por ello, es muy perjudicial para la salud.
La raíz del problema no está en lo que se coma, sino en el porqué, de modo que se convierte 
en una dependencia muy difícil de superar por uno mismo.
Los científicos han demostrado que la actividad eléctrica que se genera en determinadas zonas 
del cerebro es la responsable de que, ante determinadas experiencias, sintamos dolor o placer. 
Quienes las padecen buscan con las conductas adictivas un cambio autoinducido: repiten 
actuaciones concretas para provocar con ellas que las células nerviosas del cerebro produzcan 
una actividad generadora de un sentimiento específico.
Cada persona desarrolla una forma particular de enfrentarse al miedo, la ansiedad, el estrés, 
el dolor o la culpabilidad. Algunas son capaces de tratar directamente el problema, pero muchísimas 
recurren a la bebida, las drogas o el exceso de trabajo. Para otras se hacen crónicos los dolores de
 cabeza, estómago o espalda.
Estos intentos para eliminar o reducir el estrés o el dolor son temporalmente relajantes y
placenteros, por lo que cuesta darse cuenta de que, a la larga, serán inapropiados y dañinos.
 Todo el mundo sabe que el exceso de comida no es sano, pero sus perjuicios no se notan mientras 
comemos.
Además es fundamental tener claro desde un principio que es necesario un gran esfuerzo de 
voluntad para curar la adicción a la comida y que, aunque resulte indispensable seguir un 
tratamiento, hay maneras de manejar desde uno mismo la compulsión a comer; para ello es
 bueno estar atentos a algunas señales del cuerpo y de la mente.
* Aprender a registrar el mensaje de saciedad que envía el cerebro. Apenas se detecte la 
sensación, dejar de comer en vez de seguir comiendo sin verdadero apetito.
* No comer “a cuenta” por suponer que más tarde se tendrá hambre.
* Respetar todas las comidas diarias, no saltear para luego llegar desaforados a la mesa.
* El viejo truco de beber mucho líquido resulta porque ayuda a calmar la sensación de hambre
 a la vez que desintoxica el organismo.
* Dormir las horas suficientes e intentar reducir el estrés en la medida de lo posible.
* Seguir permanentemente dietas parciales y drásticas no resulta a la larga además de no ser 
sano variar permanentemente de peso.
* No engullir los alimentos; saborear, masticar con calma, tomar conciencia de lo que se come.
* No satisfacer con comida los malos ratos, frustraciones, depresiones o enojos. Analizarlos y 
buscar la solución

domingo, 27 de mayo de 2012

Desodorante casero y ecológico


Romero1 Desodorante casero y ecológico
Pocas plantas existen que tengan tan buena capacidad astringente como el romero y que, además, brinden un excelente aroma para la piel.
Así es como puede emplearse a esta noble hierba en el preparado de un desodorante casero, que bien puede resultar, para cualquiera que guste de este tipo de productos hogareños.
Ingredientes:
  • 100 ml de agua
  • Cuatro cucharadas de hojas secas de romero
  • 20 ml de alcohol de 90 grados
  • Diez gotas de extracto de hamamelis (ver en herboristerías o farmacias)
  • Cinco gotas de esencia de limón
Preparación:
Coloca a hervir el agua. Cuando entre en ebullición añade las cucharadas de romero y apaga el fuego, dejando reposar la mezcla durante diez minutos con la cacerola tapada.Cuando enfríe, añade el alcohol, las gotas de hamamelis y también las de esencia de limón. Envasa en un frasco bien limpio y emplea cuando gustes. 
La mezcla dura alrededor de un mes y es perfecta para mantener la piel seca y fresca en cualquier momento del día.

Lejía de ceniza, un detergente muy ecológico


La lejía o detergente de ceniza de madera se hace fácilmente utilizando los restos de madera quemada libre de tratamientos químicos. Las estufas y chimeneas proporcionan buena ceniza si no se queman en ellas restos procedentes de materiales diferentes a la madera y la celulosa. Cuanto mas dura la madera mejor la calidad de la ceniza y mejor sera nuestra lejía.
220px Steinkohlenasche Lejía de ceniza, un detergente muy ecológico
Procedimiento para hacer la lejía
Aunque esta lejía es más suave que la convencional hay gente que tiene cierta sensibilidad a la potasa y es importante utilizar guantes y gafas y evitar el contacto con la piel.
La ceniza se pasa por un tamiz para separar los trozos de carbón. Otra forma sería dejar que la ceniza se hunda y pasar un colador por el agua para recoger los restos de carbón. Mientras mas blanca y calcinada está la ceniza, mejor detergente obtendremos.
1.- Coge la ceniza y ponla con agua caliente en un cubo con una proporción de 4 a 5 partes de agua. En verano usando un cubo de metal será suficiente con colocarlo al sol.
2.- dejalo cubierto con un paño o tapa de 24 a 48 horas, removiéndolo bien al menos una vez durante el tiempo de reposo.
3.- Decanta el liquido filtrándolo con un paño o panties (media de mujer).
El líquido es resbaladizo al tacto, lo que indica su poder como detergente, la forma de saber si esta listo es con un patata o un huevo ponerlo en la mezcla si flota esta lista si se hunde se debe agregar mas ceniza y volver a repetir el proceso esto se hace ante de filtarlo.
Esta solución se utiliza como detergente líquido. La lejía de ceniza necesita ser diluida con agua caliente para su uso, similar a cualquier detergente líquido. Una lejía más fuerte puede ser preparada con una proporción de 1:3 de ceniza y agua. Se lleva a ebullición y después dejándolo reposar de 12 a 24 horas antes de decantar la solución clara del agua de lejía. El agua de lejía se embotella para guardarla, evitando confusiones al reutilizar botellas usadas (producto toxico por ingestión)
klz1307197302c 300x225 Lejía de ceniza, un detergente muy ecológico
Usos del detergente de ceniza:
Lava ropa y todos los utensilios que deban de estar higiénicos (coladores, paños etc) incluso en lavadoras automáticas.
Excelente para la limpieza de verduras frescas, legumbres, raíces etc. ... Tanto para quitar restos de productos químicos como para la limpieza de insectos y otros animales que se encuentran habitualmente así como las bacterias dañinas. Puede ser utilizado para toda la limpieza de la casa. Desde la cocina y la vajilla hasta la ropa y las estancias....
Limpieza en profundidad de utensilios y telas
Este método se puede utilizar para quitar los residuos químicos o tóxicos encontrados en fibras comerciales naturales, incluyendo el algodón, el lino, el bambú, el cáñamo etc. Éstos incluyen los compuestos indeseables que se pueden haber utilizado o formado durante el crecimiento, el proceso o almacenaje de las fibras naturales y los materiales o los utensilios.
  • La fibra natural o el utensilio se pone en una olla y es cubierta con una solución de ceniza de madera, se lleva a ebullición y se hierve a fuego lento por cerca de 2 minutos, revolviendo el material continuamente con una cuchara. Quita el material y aclara bien con agua fría.
  • La fibra natural o el utensilio se pone en una olla y es cubierta con una solución de 1/3 taza de vinagre no pasterizado por cada 4 tazas de agua. Se deja reposar a temperatura ambiente de 12 a 24 horas. Quita y aclara bien con agua caliente.
  • Para la huerta y jardineria
  •  Esta lejía investigamos y comprobamos que puede eliminar insectos como pulgones y mosquita blanca una vez pulverizadas las plantas con ellas. Los elimina sin contaminar. Nosotros experimentamos usando una fumigadora y aplicando 3 veces por semana en jardines y huertas. Luego de tres veces habían desparecido. Volvimos a ver al mes y aún no habían ni mosquita blanca ni pulgones.

sábado, 26 de mayo de 2012

Vigila la calidad de tus sentimientos



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"Los pensamientos y los sentimientos son corrientes de fuerza. Es
por ello que debéis siempre vigilar la calidad de lo que
aceptáis en vuestra cabeza y en vuestro corazón; esto tiene que
ser, incluso, una de vuestras preocupaciones esenciales. Cada
día intentad consagraros, al menos durante algunos minutos, a
una actividad que os una a las regiones de la luz. Escoged una
ocupación que os obligue a atraer y a guardar las imágenes más
bellas, los estados de conciencia más elevados, consideradla
como el momento más importante del día, pensad que de este
momento depende vuestro futuro, vuestra salvación.
Al principio, tal vez no veréis las consecuencias benéficas de
estas actividades. Pero continuad, os aparecerán un día: poco a
poco, os sentiréis habitados por algo muy grande, muy puro y,
cualquiera que sea lo que os suceda, esta presencia en vosotros
os dará la fuerza, la paz y la alegría. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov

jueves, 24 de mayo de 2012

JARDINERAS PARA PARRAS


Hola a todos: Estas son dos jardineras hechas con tablas de pale,para dos parras. Esta primera foto, es una parte de lo que recolecto cada año en mi macetohuerto. las parras,aunque son muy nuevas y no las había transplantado a las jardineras hechas con tablas de pale, que enseño mas adelante, este año pasado me han dado, cinco kilos y medio, de una uva de mesa moscatel buenisima. Bueno pongo fotos de como las he hecho, por si alguien se anima y decide hacer alguna. Estas fotos pueden ayudarle y si tienen algunas dudas, con mucho gusto intentaré de aclarárselas.


Estas son las tablas de pale desmontadas cortadas a la medida que tienen que ir.


Lo de las medidas de las tablas es a voluntad,(mas grande las tablas mas grande la jardinera)


A esto le podemos llamar la materia prima. (coste 0 ).








Hacemos dos laterales iguales que este.


Habréis observado que las tablas una sobresale y otra se queda corta,así conseguimos hacer mas fuerte la jardinera.








Aquí unimos los dos laterales.








Ya la tenemos terminada.


El amiguete peludo que veis, que no os engañe, no me ha ayudado en nada, se a puesto en primera fila como si hubiera hecho algo.










Estos son unos plásticos bien fuertes que ponemos para que la tierra no se salga.










Bueno resultado final, haber que cosecha me dan este año














Espero que os alla gustado y si de paso os sirve de ayuda para hacerse ustedes alguna, objetivo completo.


COMPOSTADOR CON TABLAS DE PALES




Hola a todos:
Quiero enseñaros mi ultimo trabajo hecho con tablas de pales.
Ventajas del compostador que voy a recoger todos los desperdicios del patio y de la casa
y convertirlos en tierra.
Y ademas mas importante aun dejaré de contribuir en el engrandecimiento de los vertederos de basura.
Este es el compostador terminado.



Comenzamos haciendo un lateral


Ya lo tenemos hecho




Ahora es el momento de unirlos




Casi lo hemos terminado



Dos buenas manos de barniz y forrado con un plástico bien fuerte por dentro y ya lo tenemos.


Bueno espero que me dé resultado.
Anterior a este he ido echando todos los desperdicios en un macetero hecho también con tablas de pales y me ha salido una tierra muy buena así que espero que este me funcione mejor .
La puertecilla que se ve abajo es para sacar la tierra.
Bueno ya diré algo de como me va, y si alguien quiere hacerse alguno con mucho gusto le contestaré a cualquier duda que tenga.
Saludos.





Este es el resultado del compostador.
Toda la basura del patio hojas macetas viejas y desperdicios de la casa lo hemos convertido en lo que se ve.
Saludos

miércoles, 23 de mayo de 2012

Una reflexión de Eduardo Galeano



  
Periodista y Escritor Uruguayo.

(Para mayores de 30) 
 
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y
cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le
ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.. 
 
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos,
los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los
doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. 
 
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios
hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los
pañales. 
 
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A
nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos
resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando
los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo. 
 
¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en
algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se
entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo
discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una
vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora
todas las navidades.
 
¡Guardo los vasos desechables! 
 ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez! 
 ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en
el cajón de los cubiertos! 
 Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida! 
 ¡Es más! 

¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y
hasta palanganas de loza.

 Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más
cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos
cambiado de refrigerador tres veces.
 
¡¡Nos están fastidiando!!, ¡¡Yo los descubrí!!, ¡¡Lo hacen adrede!!
Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco
tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es
de fábrica.
 
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike? 
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa? 
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? 
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los
talabarteros? 

Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y
más y más basura. 
 
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años
que en toda la historia de la humanidad. 
 
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era
niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a
los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII) 
 
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las
ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la
Fiesta de San Juan.

 Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono
o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es
que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y
guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y
bote que ya se viene el modelo nuevo'.
 

Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres
un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen estado . Pero por
Dios.
 Mi cabeza no resiste tanto. 
 Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de
celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la
dirección electrónica y hasta la dirección real. 
 Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma
mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como
para cambiarlo). Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que
servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a
servir. Le dábamos crédito a todo.
 Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué
cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar
(porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro
primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de
infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren
que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos
meses de comprarlo?

 ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y
se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se
consiguieron? 
 
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era
para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y
el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. 

 Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!!
¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?!
Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para
quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían
en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el
corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer
los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. 

 ¡Tooodo guardábamos! 

 Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que
se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los
encendedores descartables. 

 Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en
sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban
las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las
dudas que alguna lata viniera sin su llave. 
 
¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador
al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor
o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se
terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que
un jazmín.
 
Las cosas no eran desechables. Eran guardables.
 
¡¡¡Los diarios!!!, Servían para todo: para hacer plantillas para las
botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre
todas las cosas para envolver.
 
¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario
pegado al trozo de carne!!! 
 Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros
para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque
para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún
medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque
podíamos prender una hornilla de la Volcán desde la otra que estaba
prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros
álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara
alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía
'éste es un 4 de bastos'. 

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el
ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que
esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza
completa. 

 Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de
nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden
'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de
no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!! 
 
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en
base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita',
nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las
pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas
de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las
primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa
belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las
tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en
portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella. 
 
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se
desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me
muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables;
que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables. 
 
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.
Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la
memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a
hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo
han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir
que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar
en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos,
que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o
que valoran más a los lindos, con brillo, pegatina en el cabello y
glamour. 

 Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo
contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente
entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos
kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar
este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me
gane de mano y sea yo el entregado.