martes, 28 de junio de 2011

Cómo funciona la psicología inversa: no leas esta entrada (I)


Qué es la psicología inversa

La psicología inversa es una técnica descrita por Viktor Frankl, psiquiatra y escritor, que solía preguntar a sus pacientes más inestables o con más problemas: “¿Por qué no se suicida usted?”. En ese momento las personas imaginaban el suceso y encontraban un motivo para no hacerlo, a partir del cual empezaba a trabajar Frankl para sujetar a sus pacientes a ese motivo que les aferraba a la vida.
Se trata de una técnica conductista sutil que trata de conseguir un efecto en otra persona haciéndole creer que quieres que haga algo que en realidad no quieres. El éxito radica en lo que se llama resistencia psicológica, que es la dificultad que ponemos a hacer algo que nos es impuesto, que nos mandan o que nos piden cuando sentimos que hacerlo afecta a nuestra libertad o autonomía.
Gracias a esta resistencia las personas tienden a hacer lo contrario a lo que se les dice, simplemente para demostrar que son libres para elegir, autónomos en la decisión y capaces de tomar su propio camino.
No funciona siempre y en el fondo es más o menos criticable por tratarse de una técnica de manipulación, pero hay mucha gente que la utiliza con niños y adultos y creo que puede ser útil y curioso conocer algunos ejemplos para saber cómo funciona.

Un ejemplo de cómo funciona la psicología inversa con los adultos en el trabajo

En mi empresa dan mucho valor a la formación y ofrecen 35 horas al año para todo aquel que quiera hacer cursos, acudir a congresos, etc. Como los trabajadores no suelen gastarlas y parecen no aprovecharlas, la empresa decide pasar una circular en la que explica a todos los trabajadores que “por motivos económicos se ha decidido eliminar las horas de formación”.
Los trabajadores, ante tal injusticia, se quejan, deciden reunirse y empiezan a planear qué hacer para reclamar sus 35 horas (“tanto que decían que la formación es importante y ahora resulta que la quitan”). La empresa y los trabajadores negocian de manera más o menos intensa, es decir, la empresa se niega, insiste en que la economía está muy mal, decide proponer 10 horas de formación anuales sólo para unos trabajadores determinados, etc. Al final la empresa cede y decide que ante la presión de los trabajadores y viendo que es tan importante para ellos, vuelve a proporcionar 35 horas para todos.
La situación es la misma que antes de hacer pública la circular, pero ahora los trabajadores valoran mucho más las 35 horas de formación y por inercia empiezan a apuntarse a cursos: “ahora que hemos conseguido lo que queríamos, nuestras 35 horas, tenemos que aprovecharlas”.

Un ejemplo de cómo funciona la psicología inversa con los niños

Ahora vamos a centrarnos en los protagonistas del blog, los niños, para que veáis cómo utilizamos la psicología inversa con los niños (o cómo podemos utilizarla).

Hay padres y madres que suelen ofrecer recompensas a los niños para que hagan ciertas cosas: “si lees dos páginas de un libro, te dejo ver la televisión durante una hora”. Los niños entienden de esta manera que ver la televisión es algo bueno, algo a lo que aspiran, algo divertido y en definitiva algo que deben conseguir. Además entienden que leer un libro es aburrido, porque debemos premiarlo para que lo hagan (“uff, si me tienen que dar un premio para que lo haga es porque es un rollo”) y además esos padres suelen reforzar estos mensajes día a día, al repetir el premio o al condicionar la lectura a un premio posterior.
De esto se desprende que si lo que queremos es que los niños lean y vean menos televisión, debemos aplicar la psicología inversa, haciéndoles creer que lo divertido es leer y que lo aburrido es ver la televisión: “si ves la televisión al menos una hora podrás leer dos páginas de este libro”. De esta manera, sólo le permitirás leer dos páginas de un cuento o libro si (y sólo si) está una hora delante de la televisión. El primer día pasará la hora y probablemente ni se acuerde del libro. Entonces vas y le dices “ya ha pasado la hora, ¡muy bien!, ya puedes leer dos páginas del libro… ¡pero sólo dos!”. El niño las leerá extrañado y, cuando las haya leído coges el libro y te lo llevas: “mañana, si ves una hora la televisión, podrás leer dos páginas más”.
A medida que pasen los días, el niño estará más atento al tiempo que pasa que a lo que ponen en la televisión y estará ansioso por coger el libro tan especial que tiene mamá, del que sólo puede leer dos páginas por día.
Como no se trata de torturar a los niños, se puede negociar con ellos para que la hora disminuya (“vale, venga, treinta minutos es suficiente”) y aumentando el número de páginas (“venga, hoy puedes leer cinco”), hasta que veamos que el niño valora la lectura sin tretas de por medio: “Hoy haz lo que quieras, cariño. Te he comprado un libro nuevo y te iba a dejar leer solo un poco si veías la televisión, pero he pensado que lo mejor es que hagas lo que prefieras. Si quieres mirar la televisión hazlo, y si quieres leer el libro nuevo, hazlo también”. Lo más probable es que el niño se tire de cabeza a por el libro.
Esto sucede porque los niños ven que leer el libro se limita, que queremos que vea la televisión mucho rato (o que no nos importa que lo haga), pero que lea muy poco tiempo, porque es algo muy bueno a lo que deben aspirar. Ellos ven que leer un libro es algo excluyente, algo al alcance de muy pocos durante poco tiempo y entonces empiezan a desearlo. Por eso en las casas donde nadie limita la televisión o el juego con las consolas los niños acaban viendo la televisión o jugando con ellas sin obsesiones (nadie les ha hecho sentir que sean especiales o diferentes al resto de juguetes).
Esto es un ejemplo de cómo utilizar una técnica para lograr un objetivo. Lo que habría que debatir quizás es hasta qué punto ejercer dicha manipulación hacia los niños es más o menos correcto o más o menos deseable.
En mi casa, por ejemplo, utilizamos estas técnicas muy poco (ahora os pondré un ejemplo) y en lo comentado acerca de los libros y la televisión optamos, simplemente, por no hacer nada: nadie le da más importancia a nada. El que quiere ver la tele, la ve, el que quiere leer, lee, el que quiere jugar a la consola, lo hace y el que quiere jugar con los juguetes, juega.
No existen límites claros en este sentido y al no limitarse nada, nada recibe más importancia que el resto de opciones. Por eso mis hijos ven la tele un rato cuando les apetece, normalmente unos minutos hasta que deciden hacer otra cosa, por eso mis hijos juegan a la consola de manera obsesiva cuando tienen un juego nuevo, hasta que lo exprimen y la consola queda en el olvido durante semanas y por eso mis hijos pasan horas y horas jugando a los juguetes, pasando de unos a otros según les parezca más divertido.
Ahora bien, cuando alguien ya ha creado unas preferencias determinadas porque ha empezado a limitar algo, puede ser buena idea aplicar el método comentado, para tratar de que aprecien también el contrario (que era el que se pretendía conseguir).
Con respecto a nuestra técnica (libertad), seguro que os asaltará una duda: “pero si les dejo libertad, se tiran a la tele y de ahí no salen”. Claro, yo explico la película como sucede en mi casa y con mis hijos y quizás otros niños ya hayan creado sus preferencias. En tal caso, la solución puede pasar por una ligera psicología inversa (no tan exagerada como la del ejemplo) o por currárselo un poco y hacer de las alternativas algo divertido. Sería algo así como ofrecerles una actividad en compañía vuestra si están viendo la televisión solos: “¿Venís a jugar conmigo a algo?”. Como normalmente (al menos cuando son pequeños), valoran nuestra presencia más que nada, no suele fallar.

Un ejemplo personal de hace unos días

Las 08:40 de la mañana. Nos vamos todos a llevar a Jon al colegio pero ese día no quiere ir. Decirle que el cole es muy chulo, que se lo va a pasar muy bien, ya no cuela (“cuanto más me intentéis convencer, más me transmitís que realmente es un rollo”), así que aprovechando que tengo al hermano pequeño ya vestido, feliz y contento como todas las mañanas le digo a Jon: “vale, pues hoy tú no vayas al colegio. Hoy irá Aran”. Jon se queda escuchándome pensativo y yo sigo: “Aran, ¿a que a ti si te gusta el cole? – trampa, porque el pobre no contesta y yo lo sé – pues hoy vas tú. Vamos a hablar con la profesora para que te dejen sentar en el sitio de Jon… yo creo que sí podrás ir a pasártelo bien, como Jon no quiere ir, seguro que tú sí quieres”.
“¡No!¡Voy yo!¡Que sí que quiero ir al cole!¡Que quiero ir al cole!”. A todo esto mi mujer y yo alucinamos porque es una frase que pocas veces hemos escuchado. “Bueno, valeeee… pues hoy vas tú, Jon”. Entonces me dirijo a Aran: “lo siento Aran, pero Jon sí que quiere ir al cole. Tendrás que esperar hasta el día en que te toque ir”.

¿Qué Siento Cuando Obro Mal?


Hablar de lo bella que es la vida es muy apreciado por ustedes que nos visitan constantemente. Pero a veces hay que pisar la realidad y espero que no falte quien asimile lo que viene en estas líneas. No podía dormir sin satisfacer la necesidad de escribir al respecto. Soy yo, como siempre, escribiendo sobre mis intentos de comprender el día a día mio y el de otras personas:

¿Qué siento cuando obro mal? No siento nada... hasta que el ego termina de banquetearse con mi aparente triunfo. Entonces quien sufre la indigestión es mi ser.

Primero, siento que una parte de mi se fragmenta, creo que es la herida de mi alma, inflingida por el espíritu del error.

Segundo, viene ese vacío grande en el estómago, que no es hambre, es la pena de mi alma herida. Literalmente, siento que voy a vomitar mi alma.

Por la razón anterior, siento que me rodea una densa niebla oscura. Es mi cuerpo emocional perturbado, todas las emociones mezcladas, vitalizadas, densificándose en la forma de remordimiento.

Este remordimiento me trae desesperación, mi respiración se acorta, traduciéndose en mayor desesperación.

Las piernas me tiemblan, siento que el mundo se me voltea.

Cada persona a mi alrededor se convierte en mi juez, o al menos eso creo. Esto me genera angustia desmedida. ¿O será más bien "cargo de conciencia"?

No cabe lugar para las alegrías cuando estas cosas me ocurren. Cuesta un poco recuperarme del daño que yo mismo o yo misma, me he provocado con la afilada punta del ego, una de las armas más terrible del espíritu del error. Debo acotar que cada una de las armas del espíritu del error es la más terrible, así que no bajes la guardia ante el resultado de tus propios fallos.

¿Quisieran saber quién es el espíritu del error? Todo ser humano lo tiene. Somos nosotros mismos, en nuestra más baja frecuencia, en nuestra peor expresión. Materia suprafísica oscura proveniente de la fragmentación de nuestro cuerpo emocional, o más bien antimateria autosustentada, influyendo en el plano físico. Una vez liberado, crece y crece hasta hacerte creer que sólo lo que tú haces, sea bueno o malo, está bien.

Tú, amigo, amiga, que te paseas por estas líneas: a veces entender la oscuridad que continuamente nos rodea, nos brinda mayores razones para mantener el fulgor de nuestras almas, dominando casi perennemente al espíritu del error y rasgando el oscuro velo del ego, materia prima de penas y karmas.

¿Qué sientes cuando obras mal? ¿Has sentido lo mismo que yo alguna vez? Todos lo hemos sentido, somos humanos. Qué desagradable es sentir eso, ¿verdad? Y pensar que todavía hay quien disfruta de lo que yo llamaré a partir de ahora Bulimia de Espíritu, que no es otra cosa más que cinismo.

Mi experiencia puede que no sea mayor que la tuya, o tal vez sí, pero he entendido cómo evitar que estas situaciones se presenten: Vivo feliz sin dañar. Como ser humano, me veo en el deber de intentarlo.

Muchas bendiciones desde un punto de la Tierra

domingo, 19 de junio de 2011

Toma el control de tus emociones

Toma el control de tus emociones
El sentir emoción ante un hecho, es una reacción natural del ser humano que nos hace darnos cuenta que estamos vivos y nos ayuda a relacionarnos con los demás, por lo tanto no tenemos que sentirnos mal cuando experimentamos alguna de ellas.
Cada día estamos expuestos a diversas situaciones que nos generan una variedad de emociones, expresar emoción por lo que estamos sintiendo forma parte de nuestra naturaleza humana y nos ayuda a que las demás personas nos conozcan mejor y puedan también comprendernos.
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Existen emociones negativas y positivas, las negativas como el odio, la ira, la cólera nos hacen sentir mal y nos ocasionan dificultades en nuestra relación con los demás. Otras como la tristeza, la pena, nos quitan fuerza y vitalidad para continuar con nuestras actividades diarias. Muchas veces cuando tenemos una emoción negativa nos reprimimos y esto nos perjudica porque esta emoción y este malestar puede acompañarnos durante mucho tiempo.
En cambio las emociones positivas como la alegría, el amor, el optimismo, nos hacen sentir bien y nos llenan de energía y fuerza.
Es por eso que debemos tratar de experimentar más emociones positivas que negativas.
Una de las causas de reaccionar en forma emocionalmente desproporcionada es acumular las situaciones. Si los desacuerdos se aclaran a tiempo, uno a uno, probablemente lo podrás hacer con serenidad e inteligencia. Pero si dejas pasar los días y acumulas molestias, reaccionarás en forma violenta ante una situación que no es, objetivamente y serenamente analizada, tan importante.
Cuando sientas que la emoción te está dominando, utiliza el viejo truco de contar hasta diez. Un método infalible es conseguir respirar rítmica, suave y profundamente durante unos segundos. Todo el organismo se aquietará si lo haces así, sentirás que las emociones se disipan y tu mente recuperará la claridad. Hay una íntima relación entre la forma de respirar y el estado emocional. Una respiración irregular, provoca tensión. Una rítmica y profunda, causa relajación.
Si tu molestia fuera tan profunda que aún así no logras calmarte, díle francamente a la otra persona que estás muy molesto y que es mejor conversar en otra ocasión. Esto salvará amistades y trabajos.
Acontinuacion se mencionan algunos pasos para lograr un auto control:
1.- Conózcase a sí mismo. Hay que vigilar y conocer el funcionamiento de nuestros instintos, de nuestras pasiones. Recuerde la última vez que cayó víctima de sus ímpetus, de sus inclinaciones, de su agresividad.
2.- Cultive pensamientos positivos. Analice la situación. Descubra su razón, su lógica. El descontrol emocional viene cuando no se piensa.
3.- Ejercite su voluntad. Dios se la dio para que se forme por medio de ella. Aprenda a decir no a las cosas que nada bueno dejan.
4.- Mire y analice las cosas que más le enojan y verá que la mayoría son intrascendentes. El descontrol emocional nunca produce nada positivo.
5.- Póngase como meta ser una persona serena. Entrénese mentalmente. Visualícese como una persona calmada. Ore y pídale al Señor que le dé el don de la paz, que le dé serenidad de espíritu.
6.- Practique los métodos de relajación que le puedan ayudar durante el día.
7.- Salga de paseo, busque el campo, las montañas, la playa.
8.- Evite el uso de bebidas alcohólicas. Éstas estimulan o relajan, pero causan hábito y no dejan funcionar su mente debidamente.
9.- No culpe a su sistema nervioso de su descontrol. Éste actúa en función de sus pensamientos y emociones. Tampoco culpe a los demás.
10.- Evite preocuparse demasiado, ya que por más que se preocupe no podrá cambiar el pasado ni alterar el futuro demasiado. Lo que hay que hacer es actuar más y preocuparse menos. La preocupación excesiva produce enfermedades y nos impide pensar con lucidez. Una fe y confianza absoluta en Dios evita las preocupaciones en exceso: es la curación perfecta.
11.- Observe las personas que pierden siempre el control. Son, en el fondo, muy amargadas a las cuales todo el mundo rehuye. Viven una existencia vacía e infernal.
12.- Admire, en cambio, a las personas que se conservan tranquilas y serenas. Mire cómo marchan por la vida. Cómo llevan sus cruces con una gran paz.
13.- No se altere demasiado; no va a resolver así ningún contratiempo. Más bien lo que hace es complicar la situación.
14.- No agrande demasiado los problemas. Nunca haga de los problemas unos gigantes. Aprenda a racionalizarlos.
15.- Cuando vengan las situaciones difíciles y nazca la triste sensación de que todo se hunde, mantenga viva la llama de la esperanza.
16.- Nunca se doblegue ante las situaciones difíciles y dolorosas. Viva esperando lo mejor, aunque no siempre saldrá todo perfecto. Sea optimista.
“No existe hombre más poderoso que el que se puede controlar a si mismo”.

Tumbet





Ingredientes para 5 personas:
2 calabacines
2 cebollas
6 patatas medianas
2 berengenas
1 cabeza de ajos
1 bote de tomate triturado
5 filetes de carne ( podemos cambiar la carne por pescado)
Preparación:
Lo primero de todo sazonamos la carne con sal, pimienta y el zumo de limón.
Luego pelamos y cortamos las patatas a rodajas. Las freímos con abundante aceite y varios dientes de ajos machacados



En otra sartén freímos las berenjenas y calabacines previamente cortados a rodajas





En una fuente o en una cazuela ponemos 1 capa de patata,  1 de berengenas, 1 de calabacín



En otra sartén freímos las cebollas cortadas a trozos pequeños y el resto  de los ajos (machacados)



cuando empieze a coger color le añadimos el pimiento troceado, un poco de sal, pimienta, 1 hoja de laurel, hierbabuena, y mejorana



Removemos de vez en cuando para que no se pegue. Cuando haya pochado un poco (unos 10 min.) le añadimos el tomate y 2 cucharadas de coñac o jerez



Freimos la carne y la vamos poniendo encima de los calabacines



Cuando la salsa esté lista la esparcimos por encima de la carne



Y ya tenemos el plato listo para comer

Este es un plato muy bueno para el verano

sábado, 18 de junio de 2011

Confitura de albaricoque y naranja

Ingredientes:
2 Kg. de albaricoques
2 naranjas
1 1/2 vasos de azúcar
2 ramas de canela




En una olla ponemos los albaricoques partidos por la mitad, las naranjas peladas, la peladura de una de las naranjas, la canela y el azúcar





Lo ponemos a fuego lento, (porque sino se pegará a la cazuela). Lo cocemos 1 hora y lo apagamos



Al dia siguiente lo volvemos a poner a fuego lento otra hora más



Veremos que ha reducido su tamaño, sacamos las ramas de canela (la ralladura de naranja no se saca)



Lo pasamos por el turmix. Si os gusta clarita la confitura, podeis parar aqui la coción



Pero si lo que quereís es que esté más espesa ( para hacer los robioles, ver en este link)
http://fentpoble.blogspot.com/2011/06/robiols-i-crespells.html 
dejadla cocer un poco más. Ved que el color es más oscuro
Luego la pongo en botes pequeños de cristal, los cierro bien fuerte con la tapa

y los hiervo 20 min. al baño maria



Así esta confitura me puede durar 2 o 3 años sin perder su calidad

Pollo al ajillo





Ingredientes para 5 personas:
5 traseros de pollo (cortados en 5 trozos)
1 cebolla
2 cabezas de ajo
1 tomate o 1/2 bote de tomate
Hierbas (mejorana, hierbabuena, salvia, laurel)
Preparación:
Sazonamos el pollo con sal, pimienta, y 1 cabeza de ajos cortada y machacada
Lo ponemos en una cacerola con un chorro de aceite y dejamos que se dore
Cuando haya cogido color le añadimos la cabeza de ajos y la cebolla cortadita



removemos y dejamos pochar para que se dore,
 luego añadimos el tomate, y las hierbas



seguimos removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
Le echamos  1/2 vaso de agua y 1/2 de vino. Rectificamos de sal y pimienta
Estará cocido cuando podamos pinchar la carne con un tenedor
Podemos servir acompañado de judias salteadas (ver en este enlace
http://fentpoble.blogspot.com/2011/06/judias-salteadas.html
Buen provecho

viernes, 17 de junio de 2011

Judias salteadas





Ingredientes:
300gr. judias tiernas
200gr. de bacón
1 cebolla
2 dientes de ajo
Preparación:
Limpiamos las judias, les quitamos el rabillo, y las troceamos



las cocemos en una olla con agua y  sal



Mientras, en una sartén freimos la cebolla y el bacón troceado



cuidado con la sal ya que el bacón es un poco salado, sazonamos con pimienta
Cuando las judias estén tiernas las añadimos al sofrito, removiendo de vez en cuando hasta que se mezclen todos los ingredientes. Dejamos que cueza un poco más para que las judias cojan el sabor del sofrito



Este plato puede servir de acompañamiento a un filete de carne o de pescado

Pescado en papillote

Ingredientes para 2 personas:
3 filetes de pescado sin espinas (merluza, perca, lenguado)
1 limón
Papel de aluminio
Ponemos los filetes de pescado, por separado, en papel de aluminio, los sazonamos con sal, pimienta y 2 rodajas de limón
los envolvemos con el papel y lo ponemos encima de la tostadora




cuando creamos que esté cocido por un lado le damos la vuelta, y dejamos cocer
quitamos el papel y servimos con patatas



o con ensalada



Este es un plato sencillo y rápido de cocinar

Arroz chino (tres delicias)

Ingredientes para 6 personas:
1 bolsa de gambas peladas de 400gr.
300gr. guisantes
1 1/2 cebolla pequeña
300gr. carne magra de cerdo
2 traseros de pollo sin huesos
2 dientes de ajo
8 tacitas (de las de café) de arroz
 
Preparación: Hervimos los guisantes en una olla con abundante agua y 1 cucharada de sal
Mientras tanto freimos la carne en una sartén,
Cuando esté doradita añadimos la cebolla, y la dejamos dorar




removemos varias veces hasta que este cocido, luego añadimos las gambas peladas y sazonamos con sal, pimienta, curry y mi toque: mejorana, hierbabuena, salvia y albahaca




Cuando hierva la olla en la que hemos puesto los guisantes, le añadimos el arroz, condimentándolo con curry (el curry le da sabor y color amarillento)




dejamos que cueza unos 10 o 15 min. depende del arroz que empleemos, (debemos tener la precaución de no cocerlo demasiado porque sino quedará pastoso). Luego lo colamos y lo pasamos con agua fria del grifo
Una vez escurrido lo añadimos a la salsa que hemos hecho



Hacemos una tortilla, la cortamos a dados de 1 cm. y la añadimos al arroz


Puede servirse asi tal cual



o con trozos de tomate



A mi me gusta de las dos maneras.